馃└El Ritual
"Un pacto sellado con sangre y placer. Elisa se entrega por completo a Armand... y a la eternidad".
La tarde se rend铆a ante el ocaso, dando paso a un cielo anaranjado que envolv铆a las copas de los 谩rboles, ba帽ando el bosque con su luz dorada.
Armand y Elisa salieron de la habitaci贸n. Quer铆an dar un paseo por el bosque, respirar el aire h煤medo de la monta帽a, dejar que la naturaleza envolviera sus cuerpos.
Cogidos de la mano caminaron por un sendero entre 谩rboles centenarios. El aroma a musgo y tierra mojada impregnaba el lugar. Una niebla suave los rodeaba como un guardi谩n protector.
Armand rode贸 con sus brazos a Elisa y la mir贸 con dulzura.
—Volvamos a la casa, empieza a refrescar —murmur贸.
Elisa asinti贸.
De regreso a casa, la noche cay贸 sobre ellos. El cielo se cubri贸 de estrellas y la luna llena brillaba con una luz sobrenatural. Se sentaron juntos en el porche c贸mplices del silencio.
—Elisa, tengo que proponerte algo —dijo Armand.
Elisa lo mir贸 con expectaci贸n, notando un matiz distinto en su tono.
—Me gustar铆a saber si estar铆as dispuesta a vivir la eternidad conmigo. Para ello... tendr铆as que convertirte. Ser como yo. Es un proceso doloroso al principio. Pero no te dejar茅 sola. Estar茅 contigo en todo momento. El mundo que conoces quedar铆a atr谩s. Una nueva vida comenzar铆a... eterna y a mi lado. Pi茅nsalo. S茅 que no es f谩cil romper con todo.
Elisa estaba confusa, sinti贸 que el suelo se desvanec铆a. Deseaba a Armand con una intensidad que la quemaba, pero la palabra eternidad pesaba como una gran losa. Su mirada reflejaba deseo y temor ante lo desconocido.
—¿Qu茅 tendr铆a que hacer... para convertirme?
Armand le respondi贸 con una sonrisa dulce.
—Tendr铆a que beber de ti... y t煤 de m铆. Ese es el ritual. Sentir谩s dolor hasta que tu cuerpo acepte mi sangre. Tus sentidos se agudizar谩n: los aromas ser谩n intensos tu visi贸n perfecta, tu o铆do, capaz de escuchar un susurro a kil贸metros. Ser谩s m谩s r谩pida, m谩s fuerte. Y el placer, Elisa... ser谩 m谩s profundo. Pero tambi茅n tendr谩s que aprender a controlar tu sed. Para todo eso ser茅 tu gu铆a. Estar茅 a tu lado.
—¿Y si no soy capaz de afrontar esos cambios? —pregunt贸 Elisa.
—Lo ser谩s. Eres m谩s fuerte de lo que imaginas.
Elisa no respondi贸, pero su alma ya lo hab铆a decidido. Armand la bes贸 con ternura.
—Vamos dentro, hace fr铆o.
Entraron en la casa. La mesa estaba dispuesta para la cena. El silencio envolv铆a la estancia, el aroma a cordero asado llenaba el sal贸n. Compartieron la cena entre miradas c贸mplices y en compa帽铆a de un buen vino.
Elisa rompi贸 el silencio.
—Armand... quiero que me conviertas. No puedo imaginar mi vida sin ti.
Armand sonri贸. Tom贸 su mano con ternura y la gui贸 hasta el dormitorio. La desnud贸 con lentitud y la tendi贸 en la cama, dej谩ndola expuesta ante sus ojos dorados.
—¿Conf铆as en m铆? —le susurr贸 al o铆do.
—S铆 —murmur贸 Elisa, su voz llena de deseo.
Armand comenz贸 a acariciar su cuerpo. Su piel ard铆a bajo su tacto.
—Tan s贸lo d茅jate llevar —le susurr贸 Armand al o铆do.
Sus manos recorrieron su entrepierna y sus dedos se hundieron en su humedad. Elisa se arque贸, buscando m谩s, entreg谩ndose.
Cuando su cuerpo estaba al borde del cl铆max, Armand acerc贸 sus labios a la herida de su cuello y, sin previo aviso, clav贸 sus colmillos. Bebi贸 lentamente, saboreando cada trago. Elisa sinti贸 una mezcla de dolor, fuego y 茅xtasis. Su orgasmo estall贸, su cuerpo se estremeci贸... flotando en el aire.
Armand dej贸 de beber, y sin apartar la mirada, mordi贸 su mu帽eca. Le ofreci贸 su sangre. Elisa la recibi贸 con ansia. Bebi贸. Y a medida que lo hac铆a, una corriente c谩lida le quemaba por dentro. Su cuerpo se sacudi贸, todo a su alrededor se volvi贸 m谩s v铆vido, m谩s agudo, m谩s real.
En ese instante Armand la penetr贸. Fue salvaje, muy intenso. La sangre y el placer se entrelazaron. El dolor de la transformaci贸n la recorri贸 mientras alcanzaba otro cl铆max m谩s oscuro, m谩s profundo. Armand la bes贸... la llev贸 al umbral de lo desconocido.
Y as铆... entre jadeos, placer y gemidos, sellaron su pacto.
"El camino hacia la eternidad, acababa de comenzar".