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Mostrando entradas de junio, 2025

Oscura Tentación 3

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"Hay huellas que no se borran... aunque parezcan un sueño" Elisa despertó con la garganta seca y los párpados pesados. Estaba desorientada, durante unos segundos, el techo de su habitación le pareció desconocido. Parpadeó lentamente, estaba en un estado de ensoñación. ¿Dónde había estado? ¿Qué había pasado? Todo en su cuerpo la empujaba hacia una única respuesta: un sueño. Un sueño que la había hecho arder por dentro. Se incorporó, sintiendo una mezcla de calor y vértigo en la base del vientre. Caminó hacia el baño, con la mente nublada por imágenes dispersas. Luces tenues, una cama con sábanas de seda, una mirada dorada que brillaba entre sombras, el terciopelo violeta de las paredes... Al encender la luz, vio su reflejo en el espejo. Estaba pálida, con el cabello revuelto y los labios ligeramente hinchados. Entonces lo vio. Un pequeño arañazo, en la curva de su cuello. Una herida apenas superficial... pero bastó para que todos los recuerdos volvieran como una ráfaga. Su cue...

Oscura Tentación 2

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"Hay placeres que solo se descubren cuando apagas el miedo" Tras el encuentro en la sala Elisa no sabía que, al cruzar esa puerta, no solo se rendiría al deseo, sino a lo prohibido. Armand tenía secretos, y ella estaba dispuesta a descubrirlos... incluso si eso significaba caer más profundo en su propia oscuridad. Armand toma la mano de Elisa y la conduce a otra habitación. No es una simple estancia: es un santuario del deseo. La luz tenue de las velas proyecta sombras en las paredes tapizadas de terciopelo violeta. El aire está impregnado por el aroma a incienso y algo más que la hace sentirse más viva, más sensible. Un espejo ocupa un rincón, un diván de cuero negro espera en otro, y al centro, una cama de columnas con sábanas de seda parece llamarla por su nombre. —¿Confías en mí, Elisa? —pregunta Armand, junto a la puerta cerrada. Elisa lo mira. En sus ojos hay deseo, pero también algo más profundo… sumisión, entrega, algo que no había sentido nunca. —Sí —responde apenas ...

Oscura Tentación 1

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Elisa recibe una invitación al club Demons . Allí, una presencia magnética la atrae. Se trata de Armand , su anfitrión. Despierta en ella un deseo oscuro y ardiente. No imaginaba lo que estaba a punto de vivir. ***** Elisa sostiene la invitación entre sus manos, una tarjeta elegante con letras doradas que brillan bajo la luz de su lámpara. Club Demons . Un nombre misterioso que despierta su curiosidad. La firma: Armand. No sabe quién es, pero hay algo que la atrae, algo que la impulsa a aceptar. La noche del evento, Elisa elige un vestido negro ceñido que realza sus curvas y unos tacones altos que le dan un toque de elegancia. Su melena morena cae sobre los hombros y sus ojos azules brillan entre la emoción y el nerviosismo. No sabe qué esperar, pero está decidida a descubrirlo. El club Demons está en una calle oscura y poco transitada. Su fachada, de piedra negra , parece absorber la luz. Las puertas se hierro forjado , con detalles dorados, se abren cuando Elisa se acerca, emiti...

Clase privada

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Mara no tenía un propósito ese día, pero sin esperarlo iba a cumplir su fantasía con Sergio. Mara llegó al gimnasio como cada jueves, con el cabello recogido en una coleta improvisada. A diferencia de otros días, esta vez no la acompañaban sus amigas. Habían cancelado a última hora, pero ella no quiso perderse la clase de pilates. O tal vez no quiso perderse a Sergio. Él ya estaba en la sala, colocando la música. Un chill out envolvente comenzó a llenar el ambiente con sus notas lentas y sensuales. Sergio se giró hacia ella al notar su llegada. Su mirada azul, profunda e imperturbable, se clavó en la suya. Bastó ese cruce de ojos para que a Mara le recorriera un escalofrío. Siempre le había parecido atractivo, pero ese día… había algo diferente. —¿Vienes sola? —preguntó él, con una sonrisa ligera. —Sí —respondió, quitándose la chaqueta—. Mis amigas no han podido hoy… y a mí no me apetecía nada faltar a tu clase. Sergio asintió con una expresión enigmática. Luego, dio comienzo a la sesi...

Bienvenidos a Ecos

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Un espacio donde el deseo se escribe con elegancia y el placer se transforma en palabra. Aquí cada relato es una invitación a explorar los límites de la pasión, a dejarse llevar por el susurro de lo prohibido... a escuchar el eco del deseo y el erotismo resonar en tu interior. Este rincón también reúne reseñas de novelas que laten con pasión, desde el romance erótico,  dark romance hasta los mafia books, pasando por toda esa literatura que juega con la tensión, la entrega y los límites del placer.

Placeres ocultos 5

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Jade El sonido de su voz erizó mi piel, un escalofrío serpenteó por mi espalda. —Ve a la habitación  —ordenó Eros, sin apartar la mirada del libro que leía. En ese momento mi corazón se empezó a acelerar, mi cuerpo obedeció antes que mi mente. Sabía lo que significaba esa orden y lo que me esperaba. Y lo deseaba más de lo que me atrevería a confesarle en voz alta. Entré en la habitación de los juegos. La penumbra envolvía la estancia, las sombras del mobiliario se dibujaban en la pared: la cruz, las cuerdas, la cama con argollas. Me detuve al pie de esta y me desnudé lentamente, tal como Él me había enseñado, sintiendo cómo el deseo escalaba por mi columna. Escuché sus pasos antes de verlo. Eros entró y cerró la puerta tras de sí. Su mirada profunda, de color café me recorrió entera. Sonrió. —Súbete —dijo con voz baja, rotunda. Lo hice. La sábana de lino acariciaba mi piel desnuda. Él tomó sus cuerdas de seda negra —las que sólo usaba conmigo— y me ató lentamente, una muñeca a cada...

Placeres ocultos 4

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Jade Las sesiones con Eros eran intensas, salvajes, adictivas. Mis ansias de placer parecían no tener límite, y eso solo alimentaba aún más su deseo. Oírme gemir bajo cada azote, estremecerme con cada embestida, le confirmaba que estaba lista: había llegado el momento de portar el símbolo de su propiedad. Ese día era especial. Me citó en la habitación de los juegos, nuestro santuario de secretos y rendición. Ya no era la inexperta de antes; mi cuerpo y mi mente sabían cuál era mi lugar. Le esperé desnuda y de rodillas, como mandaba nuestro ritual. Al acercarse, bajé la mirada y besé su mano, sintiendo cómo mi piel se erizaba ante su sola presencia. El deseo me abrasaba, hambrienta de su dominio, ansiosa de sus órdenes, dispuesta a abandonarme a él sin reservas. Eros sonrió, y de sus manos surgió el regalo: un collar de sumisión, una marca sagrada que sellaría mi entrega definitiva. Con gesto solemne, me lo colocó alrededor del cuello. Yo temblaba de emoción, de anhelo. Él podía sentirl...

Placeres ocultos 3

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Eros "Toda sumisa necesita ser doblegada al menos una vez... para saber a quién pertenece." Después de nuestro primer trío, supe que Jade estaba lista para explorar terrenos más oscuros. Le propuse iniciarnos en la dominación y la sumisión. Sus ojos brillaron cuando aceptó. La cité en un restaurante. El juego empezaba mucho antes de llegar a la cama. Aquella noche, su desafío merecía una lección. —Eres inexperta, y eso no es excusa —le susurré, inclinándome hacia ella—. Has elegido entrar en mi mundo. Un mundo donde no hay espacio para dudas ni resistencia. Aquí, yo soy Tu Señor. Y tú, mi propiedad. Tu cuerpo, tu alma, tu voluntad... ahora me pertenecen. Ella agachó la cabeza, sumisa. —Sí, Mi Señor. Perdóneme. —Si ordeno que te arrodilles, lo harás. Si te pido que te desnudes en público, obedecerás. Si quiero que ladres como una perra hambrienta de deseo, obedecerás. No hay excusas. ¿Está claro? —Sí, Mi Señor. Me acerqué a su oído, dejando que mi aliento la estremeciera. —Dur...

Baile de máscaras 2024/2025

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Encuentro  Violeta Llegué a casa tras una dura jornada de trabajo, abrí el buzón del correo y entre la correspondencia un sobre violeta que contenía una invitación. "Querida Jade queda invitada al baile de máscaras que dará lugar el día de Nochevieja a las 20 h en mi mansión ubicada en calle Paraíso, 30. Espero su asistencia, si acepta la invitación debe llevar máscara, vestido largo negro y zapato de tacón".  Atentamente León Dom. Un nuevo año estaba invitada al evento donde Amos y sumisas se daban cita en un baile que era algo más, un lugar donde dar rienda suelta a la imaginación y a los placeres de Dominar y ser dominadas. Todavía faltaban unas horas que aproveché para darme una ducha y arreglarme para la ocasión, lencería fina de encaje color negro y como decía la invitación un vestido largo negro y máscara. Una vez vestida llamé un taxi y me dirigí a la mansión. Cuando llegué habían dos guardas de seguridad en la puerta, di mi nombre y después de buscarme en la lista de...

Lujo y Placer 2: Mei

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Después de finalizar mis estudios, una nueva etapa se abría ante mí: había conseguido ingresar en la Escuela de Negocios, donde cursaría Secretariado Internacional junto con un programa de Publicidad y Marketing. Me trasladé a la ciudad y empecé la búsqueda de una residencia. Sabía que también debía encontrar un empleo; los estudios eran costosos, y mis padres no podían hacerse cargo de todo. Encontré un piso compartido con otra chica, Estrella. Desde el primer momento conectamos. Se convirtió en una de mis mejores amigas y, como ya conté, fue quien me animó a escribir esta historia. El siguiente paso era encontrar trabajo. Vi un anuncio para trabajar como camarera en un club llamado Luxury, solo viernes y sábados por la noche. Concerté una entrevista con la propietaria. Tenía experiencia en el sector, me atraía el mundo nocturno y pensé que ese trabajo estaba hecho para mí. Llegué algo nerviosa, pero Marta, la dueña, supo relajar el ambiente desde el primer momento. Encajaba con el pe...

Lujo y Placer 1: Mei

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Me llaman Mei. No sé muy bien cómo sucedió, pero aquí estoy, frente a la pantalla en blanco, lista para contar mi historia. Fue Estrella, mi amiga, quien me convenció para lanzarme a esta aventura de escribir. Siempre me ha gustado jugar con las palabras, pero nunca imaginé desnudarme así, a través de ellas. De día soy secretaria de comercio internacional en una gran empresa, una vida perfectamente ordenada y respetable a los ojos de mi familia y amigos. Pero en las sombras, en ese otro mundo que pocos conocen, soy Mei: una escort, amante del lujo, de las noches intensas y del placer más exquisito. Aquí comienza mi historia. Mi verdadera historia.

Placeres ocultos 2

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Jade Eros y yo compartíamos una fantasía: nos excitaba muchísimo la idea de hacer un trío con otra chica. Así comenzaron nuestras historias más intensas en la alcoba. Aquel sábado, Eros me llamó. Solo me dijo: —Prepárate para un buen orgasmo, hoy será especial. Con solo escucharle, ya me notaba húmeda. —Estoy deseando llegar a casa... —le susurré antes de colgar. Cuando llegué, Eros me estaba esperando: desnudo, sentado en el sofá, con una erección tremenda. Tenía esa mirada de deseo y esa sonrisa de niño travieso que tanto me excitaban. No hubo preámbulos: me fui quitando la ropa de camino al salón, y, ya desnuda, me lancé sobre él. Nos besamos apasionadamente mientras nuestras manos recorrían nuestros cuerpos. —Cómo te deseo... —le susurraba entre jadeos. —Y yo a ti... —me respondía, mientras sus dedos bajaban a mi humedad, acariciando mi clítoris hinchado de excitación. Pronto empezó a penetrarme con ellos, entrando y saliendo, haciéndome gemir de placer. —Te voy a vendar los ojos —...

Placeres ocultos 1

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Jade Somos una pareja con una conexión sexual intensa, de esas que incendian las sábanas y encienden la imaginación. A menudo fantaseábamos con ir más allá del sexo convencional, hablábamos de explorar nuevos límites... pero nunca habíamos dado el salto. Hasta que una noche, después de una sesión de sexo deliciosa y ardiente, él lo propuso. Me miró con esa chispa en los ojos y preguntó qué me parecería incluir a terceras personas, visitar algún club de parejas liberales. Su voz, ronca por el deseo, me acarició más que sus manos. La idea me prendió fuego por dentro. Ninguno de los dos quería rendirse a la rutina. Teníamos fantasías, y estábamos decididos a cumplirlas. Así nacimos como Eros y Jade. Nombres que nos vestirían de anonimato y nos desvestirían de inhibiciones. Bajo esos nombres, comenzamos a explorar el deseo en su forma más cruda y sincera. Decidimos relatar nuestros placeres más ocultos, convertir nuestras experiencias en palabras... una idea que nos excitaba casi tanto com...